Pasaron los años, y un buen día vi por ahí una serie que se llamaba Naruto, pues vale, pensé, otra triste copia de Dragon Ball y no le puse el más mínimo interés, de hecho el que los “narutards” dijeran que era tan buena me coloco instantáneamente en contra de la serie (pero con una oposición suave, después de todo era manga de aventuras y acción como muy malo podía ser solo entretenido). Pues un buen día hace no mucho, un amigo mío se pilló los primeros tomos de Naruto y me los dejó. Eran justo lo que esperaba, una copia de DB (ostras, DB es justo el reverso de BD A.K.A gafapastez) estaba entretenidillo pero sin más, hasta que llegué al combate contra Zabuza y ahí, en el final del combate se ponen serios y hay muertes y drama (sin pasarse) algo que me descolocó y me encantó.
Zabuza de pequeño quería ser Cloud
A partir de ahí la serie empezó a interesarme no estaba tan mal como pensaba, y además no solo de luchas vive la serie (algo que si que le pasaba a DB en su última época) si no que entre batalla y batalla hay unos cuantos capítulos donde prima el humor. Además los personajes cuentan con un diseño bastante sencillito y carismático (salvo por el hecho de ir en chanclas…) Y en cada combate aparecen multitud de técnicas nuevas que a un aficionado a la iconografía japonesa como yo le dejan un regusto a culturilla clásica refundida que no está mal, esto es la multiplicación de cuerpos, un clásico de los ninjas, el control de las sombras, etc
Técnica de la muerte ancestral, si, parece ser que es un típico juego infantil japones esto de meter los dedos por el culo...
Por otro lado, el dibujo es muy bueno, un trazo limpio y muy claro lo cual en un tebeo de lucha se agradece, y es algo bastante raro en la mayoría de los mangas en los que más que saber que pasa lo intuyes. Además, tiene una cosa que me encanta, mezcla a la perfección la ambientación medieval mágica tan propia de las historias de ninjas con las más futuristas tecnologías casi ciberpunk, muy al estilo FFVII, y eso siempre es un punto a favor. Por ahora la serie va “in crescendo” en desarrollo de personajes y en épica, salen enemigos siniestros y ocultos a cada momento y hay tramas que quedan en vilo durante largo tiempo. Es decir que es una serie muy entretenida que aunque en ocasiones se le ve un poco el plumero Dragonballiano (lo cual si te gusta DB no tiene por que ser malo) no deja de ser suficientemente imaginativa para no caer en la monotonía y te deja pasar un buen rato. Ideal para leer cuando no te apetece sumergirte en complicados pensamientos metafísicos y una buena forma de acercarte al manga de forma sencilla y entretenida.
las técnicas ocultas que aparecen en la serie
lo que comenta la que todo lo sabe
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