Mi primera consola tenía el Mario 1, el Tetris y el World Cup:
A este último jugué tanto que aún me acuerdo de la clave para jugar la final: 12806, Méjico-Alemania. Yo siempre jugaba con Méjico porque el jugador molón del equipo se llamaba Luis y tenia gafas de sol, pá chulo yo/el/yo.
Del Mario y del Tetris no creo que sea necesario hablar, son de sobra conocidos y el Mario aún soy capaz de acabármelo a la primera y en media hora escasa (o tal vez menos, después de todo la táctica Mario es corre, corre, corre, y esquiva a los enemigos antes de verlos).
Poco a poco fui ampliando mi catalogo personal con joyas como el Megaman III (su musiquilla sigue resonándome en al cabeza de vez en cuando), el BattleToads, uno de los pocos juegos que no me llegué a acabar en aquella época, el Battle of Olimpus (action RPG) y los dos de las tortugas ninja. Una de las anecdotas que más recuerdo es del GLORIOSO Super Mario Bros 3, en el cual al acabartelo salia una cosa tal que así:
Lo del another castle con mi ingles de 3 de EGB lo pillaba sin problemas (por deducción) pero el Just kidding ya podia ser un "así que te jodes" y si encima se reía parecía claro que Bowser me la había metido doblada de nuevo. Y así fue como pase meses y meses tratando de encontrar la verdadera ubicación de la princesa.
En fin...
El segundo de las tortugas y el tres en uno (Mario/Tetris/worldcup) aún viven y están en casa de mi abuela, listos para una partida cuando haga falta. El resto fueron sacrificados al dios dinero para obtener el Cerebro de la Bestia!!, la SuperNintendo, pero como dijo el mago de Conan, esa es otra historia.
Así fue como se empezó a forjar la carrera de una de las 15 personas más ricas del mundo según la revista Forbes.